Entrevista a Mila Urretxua
¿Merecerá la pena?
Me acuerdo que fue también otra cosa que luego había las colonias de verano. Y en las colonias de verano (…) Eran unas antiguas caballerizas… y allí metidos los chavales (risas). Fuimos a verle, y Joselu, me acuerdo que tenía todo, todo, todas las piernas, todas picadas que le habían picado los tábanos. Y… de las mismas cuadras de caballos también (¿?). Y se me agarraba a mí y me decía: “¡Ama! a casa. ¡Ama! a casa”. Y a mí me daba una pena horrible. Y luego le he preguntado: “tienes…”, a ver si tiene un trauma de eso, y “¡que no!”. Que no se acuerda. Y a mí me parecía horroroso. Y yo, decía yo “¿Merecerá la pena el euskera, todo lo que hacemos con estos críos y tal, merecerá?”. Yo… Yo me lo planteaba. Pero, luego, que eso les conté (pausa) pues luego, estos han tenido... que han sido una familia, el padre de Peru, pues ha estado muy… Estaba con José Antonio Agirre, muy comprometido tal y cual, estaba en el exilio, condenado y todas esas cosas que esto... Íntimo amigo de Joseba Rezola que fue… también, formó parte del Gobierno. Y ese estaba en el exilio. Y… y un día que íbamos con Joselu, que entonces tenía nueve años… me acuerdo (pausa) pues era... pues era verano cuando estábamos allí, y le empezó a hablar en euskera él. Y el chaval contestó. Y dice: “¿y sabes cantar?”. “Sí”. Y empezó así Joselu que no es así, [que es] sosote y tal (cantando): Kalean gora, kalean behera y tal. Y al pobre José Rezola le salían las lágrimas. Y dice: “Euskadi vive”. Yo me acuerdo de aquello, con lo otro que os he contado que decía, ¿merecerá la pena?