Entrevista a Virginia Martínez del Castillo I
las chicas no pueden llevar pantalones
Porque yo, lo que yo soñaba, era muchas de las cosas que están ocurriendo ahora. Y, bueno, fíjate, una vez en Bermeo, bajábamos mi padre y yo del Sollube, y yo llevaba un pantalón de pana que me llegaba hasta la rodilla, pero como sabía que eso no podía ser, tenía una falda que se abrochaba con un broche en la cintura, cuando entraba en un pueblo me la ponía, pero resultaba que estaba lloviendo, y yo me eché la falda por encima de la cabeza, y cruzo, la plaza de Bermeo, y debajo de los arcos había chicos y chicas, que habían ido a bailar, me figuro, y, como llovía se habían refugiao (sic). Nos empezaron a apedrear con pedradas, a mi padre y a mí: <<¡una chica con pantalones, una chica con pantalones!>>, y nos apedrearon, lo mismo los chicos que las chicas. (Extracto)