Entrevista a Virginia Azpiazu I
las oficinas, espacios de hombres
Yo… la costura me gustaba mucho y, sin embargo, cuando entré en la oficina, porque ¡claro! había dos o tres sitios para entrar, pero ya por fin entré en ésta, no sé porque, en la Comercial del Norte, con eso de importación y exportación, y ¡claro!, yo allí me decía: hay todo hombres, no había mujeres, todo hombres, todo tan serio. Y de estar en una costura, que igual cantábamos igual que ésta… pues ¡claro!, un ambiente tan distinto. Yo decía a mi madre: <>, y ya mi madre dijo: <>. Pero yo seguí, seguí, seguí y ya después, ya llevaba un mes y ya empezó a gustarme, ya empezó a gustarme. También la práctica… de hacer las cosas ¿verdad?.
(Extracto)