Entrevista a Elvira González I
la sirena y el bombardeo
porque había aquí entonces había, pisos libres muchísimos porque la gente evacuó, marchó toda la gente que podía, vecinos de allí de San Bartolomé, cuando yo marchaba por ahí por Ugarte, una… pues los aviones andaban como querían, casi, casi a ras de tierra, a nosotros en una, un… un peral, peral o, o hierba, no sé si fue peral o esto, hasta las ramas más altas le, le, le tiró porque eran ellos los dueños y señores, bueno los de la aviación siempre lo habían sido, porque ha, ha… no había más que un avión que llamábamos el abuelo (pausa) porque antes de que llegaba, ya sabía todo el mundo que iba a venir, porque parecía que venía a rastras, ¡brom, brom! hacía ¡brom, brom! (se ríen) sin embargo cuando venían los otros, no se enteraba nadie, cuántas veces, nosotros de allí de San Bartolomé, que aquello estaba tan, tan despejao todo, cuántas veces, veíamos ya… veíamos los aviones, que venían a bombardear y las sirenas no se habían ni enterao, no sé dónde estarían los de las sirenas porque, porque solían tocar, dos veces aviso, peligro, o sea ya… no, o si no tres veces me parece que solían tocar, uno como aviso como… otro ya como que se acercaban y el otro ya, la tercera vez ya era de peligro, que no habría nadie ya por la calle,
(extracto)