Entrevista a Luisa Pérez
La píldora, la lavadora y el baile a lo suelto.
Seguidora de Juana Ginzo.
¡¡¡aaahh!!!! Discotecas. Amorebieta a dedo, a Amorebieta. A no sé donde a dedo. Dedo, bueno, para todo, para todo. En casa, por supuesto, ni, ni mu. Entonces, a mí me ha gustau bailar toda mi vida. Y que en este intervalo, cuando dicen de la liberación de la mujer, yo hablo de la pastilla, la lavadora automática y el baile a lo suelto. O sea, el baile a lo suelto, a mí me supuso, lo que no se sabe. Claro, porque gustándote bailar tenías que estar sentada a que alguien te sacara y si no eras la agraciada de turno, pues eran los borrachos o [ríe] los viejos. Entonces era, no, no, no si alguien venía así. Y tú, te gustaba la música esa, tenías que estar sentada. Cuando ya vino la posibilidad, que también lo hemos vivido, del baile a lo suelto ¡¡buahh!!, ¡hemos bailau horas! Horas y ¡no queríamos a nadie! O sea ¡Nos sobraba todo el mundo! Y eso para mí fue una liberación. Una de las más grandes fíjate. Reconozco lo de... indudablemente, sexualmente lo que ha afectau la pastilla y físicamente y mentalmente lo de la lavadora (...)

Juana fue una mujer de las primeras que... No destapó pero que... bueno, salía con un chico joven, se, su forma de vestir... Le, le he seguido.
(Extracto)