Machismo y frustración

Del mercado oficial de trabajo al mercado sumergido

Cuando llegó mi marido de la cárcel (dice riendo), no de la mili, pues yo trabajaba en la General (General Electric) y ya estaba fija, pero como era un machista pues dijo que no que él solo trabajaba que yo me tenía que quedar en casa, pero luego como se dedicó a la política, pues no llegaba el dinero. Y claro me dijo que “la fábrica que no, no trabajaba” y me tuve que salir pero luego me tocó ir de interina, a limpiar casas. Ahí es donde me sentí frustrada